La Clínica Hospital del Profesor deberá pagar millonaria indemnización por acoso laboral .  

 

La entidad fue condenada a pagar millonaria indemnización por acoso laboral . Casi 90 millones de pesos deberá pagar a una ex trabajadora,  quien debió soportar acoso sexual de un médico.  Y,  quien además fue despedida 10 días después de  que le informara a su jefe que había contraído el Acuerdo de Unión Civil (AUC).

El caso de acoso laboral surge en grupo de WhatsApp de doctores.  Ese grupo, cuyo fin era informar sobre la situación de los pacientes, era utilizado por el jefe de pacientes críticos del recinto médico (E.E. de 60 años) para realizar insinuaciones sexuales a una médico residente (G.W. de 29 años).

El demandado compartía en el grupo, donde la doctora era la única mujer,  diversas imágenes. Entre ellas,  una fotografía con el texto «Los huracanes tienen nombre de mujer porque llegan húmedos y salvajes, y cuando se van te dejan sin casa, sin coche y hasta sin hijo». Otra fotografía con la imagen de una mujer joven y escotada dentro de un cooler con el escrito «Rifa para el Día del Padre. Hielera y 57 kilos de carne». Y, mensajes como por ejempo, uno que decía «El hombre es exitoso cuando el whisky que bebe es más viejo que la mujer que se come».

Pero, al  sujeto no le bastaba con eso. También comenzó a enviarle mensajes directos.

 

Demanda de Tutela logra millonaria indemnización por acoso laboral. 

La doctora presentó una demanda de tutela laboral. El juez Álvaro Flores, del Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago, falló a favor de la profesional. Existió «vulneración a los derechos fundamentales ejecutando actos reiterados de acoso sexual y discriminación en razón de su condición de ser mujer».

Se logró acreditar el acoso sexual. Y,  una cultura institucional «en la que unos reproducen estereotipos degradantes, concepciones y formas de razonamiento que se manifiestan como violencia y trato discriminatorio».  El fallo agrega que los doctores «toleran, interactúan, posibilitan y reproducen el escenario degradante en que se manifiesta la dualidad de poderes que se despliega».

La Clínica se defendió argumentando que la profesional nunca se manifestó incómoda con los mensajes. Sin embargo, el juez fue claro:  «no puede desprenderse de ese silencio que no haya incomodidad, rechazo o contrariedad, porque es una relación desigual, asimétrica, donde ella tempranamente ya conoce además la concepción que exhibe su jefe sobre las mujeres».